Como su nombre indica son tumores que proceden de las meninges que forman la cubierta que recubre el sistema nervioso. Pueden alcanzar gran tamaño sin dar síntomas, pero normalmente no, y produce un cuadro de crisis epilépticas, déficits focales (pérdida de fuerza en un lado del cuerpo, pérdida de agudeza visual) o hipertensión intracraneal (cefaleas, vómitos y edema de papila).
Pueden estar situados en cualquier parte del cráneo y se diagnostican con RM cerebral y angioRM para ver la vascularización. El tratamiento es la extirpación completa en uno o dos tiempos y si queda algún resto se puede dar radiocirugía que es una radioterapia selectiva.