Los tumores raquimedulares son neoplasias que engloban la zona de la columna vertebral y el tronco cerebral, las cuales pueden llegar a afectar a los huesos y a los anejos que se encuentran alrededor del propio tejido nervioso.

Los tumores raquimedulares son afortunadamente bastante infrecuentes, aunque su cómputo global no es despreciable. Para su diagnóstico es necesario recurrir a técnicas de imagen, como la resonancia magnética, el TC, el PET, etc.

Al igual que ocurre con el resto de tumores, pueden ser benignos o malignos. El problema en este caso es que, aunque sean benignos, dada la zona en la que se producen no son del todo inocuos porque por efecto masa pueden comprimir estructuras nerviosas.

Por eso, el tratamiento en la mayoría de los casos es la extirpación completa, para evitar futuras apariciones de la tumoración. Esto es especialmente útil en el caso de las tumoraciones benignas, ya que es muy poco problabe que una vez extirpadas vuelvan a aparecer.

En el caso de tumores malignos, puede ser necesario añadir al tratamiento terapias adyuvantes de tipo oncológico, como la quimio o la radioterapia.

El pronóstico varía en función de diversas variables: el estado previo del paciente, la localización de la tumoración y por ende su posible resecabilidad, la edad.... Pero sobre todo, según el momento en el que se diagnostica. Cuanto más pronto sea el diagnóstico, más probable es tratarlo sin que queden secuelas en los pacientes.

Los tumores de la médula pueden ser clasificados en función de dónde se localizan: intramedulares (como los ependimomas o los astrocitomas) o extramedulares (como los schwannomas o los meningiomas).

El Doctor Villarejo es experto en el diagnóstico y el tratamiento de esta patología, ya que lleva muchos años trabajando en la especialidad de la neurocirugía. Solo tienes que ponerte en contacto con nuestra clínica, te ayudaremos encantados.