Una de las consecuencias que nos puede acarrear una hernia discal es tener que someternos a una operación de hernia discal cervical, aunque no es la única solución para librarnos de ella. Si tenemos dolores intensos de espalda, calambres, hormigueos y pérdida de sensibilidad puede ser probable que tengamos una hernia de disco.
Aunque no todas las hernias de disco se manifiestan igual (algunas se tienen, pero no muestran síntomas; son las llamadas asintomáticas) ni todas siguen el mismo tratamiento, que puede ir desde la fisioterapia hasta la medicación pasando por la operación de hernia discal cervical. Padecer esta dolencia no es una cuestión baladí ya que se estima que la mayoría de las discapacidades que se certifican de personas menores de 45 años son causadas por las hernias.
La hernia de disco se produce cuando el disco intervertebral se desplaza, debido al deterioro o a otras causas físicas, hacia lugares que no le corresponden, entonces puede comprimir la médula espinal o alguna raíz nerviosa que parta de ella. En las hernias de disco asintomáticas no hay dolor porque el disco no comprime la médula espinal.
¿Y cuántas clases de hernias de disco hay? Según los especialistas, se pueden distinguir al menos tres tipos de hernias, que se definen según la parte de la espalda que esté afectada. La hernia discal cervical afecta al cuello y la hernia dorsal afecta a la parte central de la espalda. Por su parte, la hernia discal lumbar afecta a la parte baja de la espalda.
Si durante dos o más semanas sientes un dolor fuerte irradiado en zonas como el cuello, brazos o piernas, debes acudir el médico. El Doctor Villarejo y su equipo médico son los profesionales adecuados para tratar estas dolencias e intentar erradicarlas con muchas posibilidades de éxito en el tratamiento prescrito.