Si en un post anterior te hablamos sobre los tumores raquimedulares, este lo queremos dedicar a la cefalea en racimos, una de esas enfermedades consideradas raras que afecta al 0’1% de la población mundial. Para que te hagas una idea de lo que sufren quienes la padecen, la cefalea en racimos es el dolor más intenso que puede experimentar una persona antes de perder el sentido. 


Se trata de un dolor unilateral distribuido en la zona del nervio trigémino. Aparece acompañado de otros síntomas como el lagrimeo, el escurrimiento nasal y la inflamación y enrojecimiento del párpado. Como especialista en el tratamiento de todo tipo de enfermedades neurológicas, en la consulta del Doctor Villarejo recibirás asesoramiento sobre los métodos más efectivos para combatir la cefalea en racimos a día de hoy. Aunque aún no existe cura, el tratamiento paliativo más eficaz e inocuo es la aplicación de oxígeno y la inyección de toxina botulínica en las zonas aquejadas por este intenso dolor. Estamos hablando de una enfermedad que tiende a aparecer entre los 20 y los 60 años, aunque la mayoría de los casos se diagnostican cuando el paciente tiene en torno a 37 años. En un 7% de los casos influyen cuestiones genéticas. 


Debido a la falta de investigación en este sentido, la cefalea en racimos a veces tarda en ser diagnosticada. Incluso en ocasiones se la ha legado a confundir con otras patologías como sinusitis. Es muy importante que los pacientes reciban el tratamiento adecuado cuanto antes para paliar en la medida de lo posible los efectos de esta enfermedad neurológica. Enfermedad de la que te iremos contando más cosas como hemos hecho con los tumores raquimedulares.