Un tipo de cirugía de la columna vertebral de las más tempranas que existen, si no la que más, es la de espina bífida en bebés que nacen con un defecto del tubo neural y que requiere de una intervención quirúrgica lo más rápida posible, normalmente dentro de las 24 horas siguientes al nacimiento, gracias a que hoy día la detección durante el embarazo es posible.

Aunque ya hemos repasado en otra entrada de nuestro blog qué es la espina bífida, en las siguientes líneas el Doctor Villarejo explica en qué consiste el tratamiento de este defecto de los niños. La operación consiste en liberar quirúrgicamente la médula espinal, reemplazándola en el canal espinal y cubriéndola con músculo y piel.

Se trata de una intervención que ayuda a prevenir posibles daños nerviosos adicionales por infección o trauma, pero en muchas ocasiones no se puede evitar la parálisis y la insensibilidad de las piernas del bebé. A posteriori, los niños con espina bífida pueden necesitar tratamientos ortopédicos y fisioterapia por largos períodos de tiempo con el objetivo último de fortalecer los músculos y evitar la aparición de problemas articulares en los miembros inferiores.

También es fundamental después de la cirugía de la columna vertebral iniciar la terapia y los ejercicios de rehabilitación lo antes posible, mediante masajes y movilizaciones pasivas de las articulaciones en toda la amplitud del movimiento. Se trata de un proceso largo, pero hoy día los avances en medicina permiten tener unos porcentajes cada vez más elevados de buenos diagnósticos de niños con espina bífida. No obstante, la gravedad de la parálisis de los niños dependerá de los nervios espinales específicos afectados, pero con el tratamiento descrito se pueden convertirse en individuos activos.