Tras una dilatada trayectoria en el diagnóstico y tratamiento de tumores raquimedulares, hemos tenido la fortuna de ayudar a todos nuestros pacientes de la forma más profesional, ofreciéndoles un asesoramiento completo y personalizado, las técnicas más modernas y el servicio más eficaz. Por eso, nos gustaría aprovechar el siguiente artículo para hablarte sobre las formas más habituales de evaluar este tipo de problema.

Como sabrás gracias a publicaciones anteriores, este tipo de tumor consiste en una masa que se encuentra situada dentro de la médula espinal o en sus cubiertas, y que aparece por culpa de un crecimiento descontrolado de células de la columna vertebral o de la médula espinal. También puede deberse a células tumorales de otras zonas de nuestro organismo (metástasis).

Gracias a nuestra experiencia en el tratamiento de tumores raquimedulares, podemos aclararte que existen dos tipos, benignos y malignos. Los primeros serán de crecimiento lento y bien delimitados. Los segundos, en cambio, se expandirán rápidamente, infiltrándose en tejidos vecinos.

Entre los principales síntomas de este problema se encuentran los edemas de vías nerviosas, provocando un mal funcionamiento de nuestro cuerpo, como pérdida de fuerza, de sensibilidad, sensación de descargas eléctricas o falta de control de la orina.

El diagnóstico más habitual suele comprender una resonancia magnética, de manera que se conozca el tamaño, así como la localización exacta de la lesión. Aunque esta prueba puede sugerir la gravedad del tumor, nunca se podrá tener una certeza exacta de la misma.

En la consulta del Doctor Villarejo te atenderemos de la manera más profesional, brindándote el asesoramiento más completo y personalizado posible.