Someterse a una operación de hernia discal cervical es necesario cuando, por ejemplo, hay una lesión que provoca una pérdida progresiva de fuerza o cuando el paciente no responde como se espera al tratamiento médico anterior. Pero antes de tomar una decisión de tal magnitud, nuestra experiencia nos ha permitido saber que la mejor manera de aliviar los dolores ocasionados por una hernia discal es adoptar posturas adecuadas en nuestra vida cotidiana. 

Nuestra columna sufre principalmente cuando pasamos mucho tiempo en la misma posición, ya sea de pie o acostado, cuando realizamos grandes o pequeños esfuerzos de manera reiterativa o cuando adoptamos posturas forzadas. Por este motivo, es fundamental no reproducir este tipo de situaciones. Al andar, por ejemplo, nuestros expertos recomiendan hacerlo erguidos y no utilizar zapatos de tacón muy elevados, y al sentarse mantener la espalda bien levantada y apoyada firmemente contra el respaldo, evitando los asientos blandos y los que no tienen donde apoyarse.  

Al agacharnos doblar las rodillas y a la hora de levantar peso, doblar no solo las rodillas, también las caderas y mantener la espalda recta, transportando el objeto cerca de nuestro cuerpo, repartiendo el peso entre los dos brazos. 

En definitiva, hablamos de pequeñas rutinas que harán más fácil y cómoda la vida de nuestros pacientes. En caso contrario, deberán realizar una operación de hernia discal cervical. Se trata de una intervención sencilla pero en una zona muy delicada, por este motivo, es importante contar con profesionales que sepan estar a la altura. El Doctor Villarejo es todo un experto en esta materia. Para más información, no dudes en consultarnos.